Ikusmiran 16: Condiciones de trabajo y vida. Febrero de 2024

La precarización generalizada de los trabajos y vidas profundiza en la dualización de la sociedad

Estamos ante una profundización de la dualización de la sociedad en el que la situación de precariedad es general y estructural. La brecha entre quienes tienen condiciones de vida y trabajo dignas o muy buenas y quienes viven en precariedad es cada vez mayor.

 

 

 

Conclusiones generales:

En primer lugar, como principal conclusión del estudio, destacamos que la precarización generalizada de las condiciones de vida laboral profundiza en la dualización de la sociedad. La diferencia entre quienes tienen unas condiciones de trabajo dignas o muy buenas y quienes las tienen mal es cada vez mayor. Mientras que el 73,3% de la afiliación pertenece al sector servicios en los que predomina la precariedad, continuamos sin recuperar el número de empleos destruidos por la crisis 2008.urteko tanto en el sector industrial como en la construcción.
 
En segundo lugar, destacaríamos que el desempleo dejó de ser un indicador de la tendencia tanto del mercado laboral como del empleo. A pesar del descenso del paro, 1 de cada 2 ciudadanos se encuentra en situación de precariedad económica, sin ingresos suficientes para una vida digna, a pesar del empleo.
 
En tercer lugar, y como venimos denunciando reiteradamente en los últimos meses, la calidad del empleo se ha convertido en una preocupación de primer orden. El empleo que se genera, los servicios en los que predominan las condiciones precarias de trabajo, se está generando en el sector, mientras que la mayor disminución del paro se produce en colectivos en situación vulnerable.
 
En cuarto lugar, el sistema obliga a la mujer a una doble jornada precaria. De hecho, estamos viendo que cada vez más mujeres que se dedican a tareas domésticas han hecho un paso hacia el mercado laboral precario (21.700 mujeres), forzadas por la precaria situación económica de las unidades de vida, manteniendo la responsabilidad principal de los cuidados.
 
Por último, la distribución de la riqueza no garantiza la igualdad de oportunidades y aumenta las desigualdades entre la ciudadanía. Ante el encarecimiento de la vida, tanto trabajadores como pensionistas hemos sufrido una pérdida de poder adquisitivo. El consumo doméstico desciende mientras se gasta más en productos básicos. El aumento de los gastos de vivienda está ahogando el bienestar de la ciudadanía, especialmente entre la población en situación vulnerable. En Hego Euskal Herria hay 439.580 ciudadanos y ciudadanas en riesgo de pobreza y exclusión social, con una tasa de riesgo mayor y creciente de las mujeres.
Ikusmiran 16: Condiciones de trabajo y vida. Febrero de 2024
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