Ambición o autocomplacencia

Hace 50 años con toda la ambición del mundo nacía el sindicato LAB. El entorno sindical de entonces era poco estimulante. Aburrido. Frustrante. El instinto de superación ante esa realidad fue el motor necesario para ilusionar y activar con nuevos retos, objetivos y una nueva forma de hacer las cosas a una nueva generación de trabajadores y trabajadoras navarras, vascas.

El anhelo de ir más allá, de alcanzar nuevas metas y escenarios en términos nacionales y sociales fue el revulsivo suficiente para poner en marcha los recursos propios necesarios que hicieron posible materializar una nueva herramienta al servicio de la clase trabajadora: un sindicalismo nuevo y diferente en disposición de pelear por superar esos grandes desafíos todavía hoy vigentes.

El informe de la Fundación Ipar Hegoa sobre las condiciones de vida y de trabajo en Navarra presentado por el sindicato LAB recientemente deja conclusiones concretas que inevitablemente deben ser superadas para avanzar.

En este sentido, el análisis de la realidad demuestra que a pesar del descenso del paro, el empleo no garantiza ingresos suficientes para una vida digna en Navarra. Además, la reforma laboral española que venía a acabar con la temporalidad ha tocado techo, incapaz de corregir el desequilibrio existente en el mercado laboral. Y eso, sobre todo, lo pagan caro las mujeres trabajadoras.

De esta forma, una de cada dos personas en Navarra se encuentra en situación precaria con ingresos insuficientes

De esta forma, una de cada dos personas en Navarra se encuentra en situación precaria con ingresos insuficientes. Prueba de ello es la pérdida de poder adquisitivo que está experimentando la clase trabajadora.

En 2023 el incremento salarial medio acordado mediante convenio colectivo en Navarra fue de un 4,1%, un incremento por debajo del IPC (la media interanual del IPC de diciembre de 2022 fue del 6,4%). En el caso de las personas pensionistas, el 38,9% recibe una pensión igual o inferior a 1.134 €, de los cuales el 53,7% son mujeres.

Además, cada vez más mujeres que estaban dedicadas a los trabajos del hogar están haciendo el tránsito hacia el mercado laboral, obligadas a una doble jornada precaria

Además, cada vez más mujeres que estaban dedicadas a los trabajos del hogar están haciendo el tránsito hacia el mercado laboral, obligadas a una doble jornada precaria.
Un total de 2.100 mujeres dedicadas a los trabajos del hogar, las cuales siguen teniendo la responsabilidad principal de las tareas del hogar, han realizado un tránsito hacia el mercado laboral, en la mayoría de los casos forzado por la precaria situación económica de la unidad de convivencia.

Estas mujeres se han encontrado con un mercado de trabajo en el que las condiciones laborales precarias se han cronificado. El 59,91% del personal con contrato temporal es mujer. El contrato fijo discontinuo está más extendido entre las mujeres (5,33% frente al 3,37% de los hombres). 2 de cada 3 personas trabajadoras a tiempo parcial son mujeres. La brecha salarial es estructural: una mujer cobra un 20,1% menos que un hombre en Navarra.

Por orto lado, junto al encarecimiento de la vida y el trabajo, la vivienda y la situación de los servicios públicos son las otras principales preocupaciones de la ciudadanía navarra. No es para menos.

Destinamos una cantidad cada vez mayor de los ingresos de la unidad de convivencia al acceso a la vivienda, una de las principales claves para garantizar una vida digna

Destinamos una cantidad cada vez mayor de los ingresos de la unidad de convivencia al acceso a la vivienda, una de las principales claves para garantizar una vida digna. Tal y como refleja el índice de vivienda de Navarra, desde 2015 el precio de la vivienda ha experimentado un crecimiento continuado.

El precio de la vivienda libre (m2/€) se ha encarecido un 20% desde 2015. Destinamos 135€ mensuales más que en 2020 al pago del alquiler, el 46% del salario neto. El 60% de la población pobre de Navarra tiene un gasto de vivienda elevado.

Lejos de reforzar el sistema sanitario público, se está reforzando el camino hacia la privatización

Lejos de reforzar el sistema sanitario público, se está reforzando el camino hacia la privatización. Lejos de retornar la actividad habitual, o mejorar el servicio publico, las medidas "extraordinarias" adoptadas en Osasunbidea durante la pandemia se han convertido en estructurales.
Las listas de espera son cada vez más largas: en 2019 el 63% de los pacientes en lista de espera estaba pendiente de la primera cita; en 2022 han pasado a ser el 77%.
En consultas externas, la actividad destinada a los centros concertados ha aumentado un 58,72% en el periodo 2019-2023.

La clase trabajadora navarra y el resto de la sociedad exige soluciones para las principales preocupaciones y necesidades de la mayoría social. Soluciones más allá de los intereses corporativos de los sindicatos UGT y CCOO y por encima del veto de los empresarios de la CEN.

Sin embargo, el Gobierno de Navarra prevé lanzar el nuevo Plan de Empleo en septiembre de 2024. Para ello, el Consejo de Diálogo Social ya ha comenzado a planificar los trabajos para desarrollar las medidas del nuevo plan, que el Gobierno espera incluir en los presupuestos de 2025. Una vez más, el gobierno de Chivite ha elegido para el debate el modelo de las élites, modelo anticuado y con grandes límites.

Por otro lado, en unos tiempos en los que la vida es cada vez más cara, en los que el IPC ha aumentado mucho, la patronal CEN, que representa a los empresarios navarros, dificulta la subida salarial en detrimento de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores y trabajadoras. A pesar de ello, los problemas los ven en la Renta Garantizada. Lejos de poner fin a los accidentes laborales mortales, hablan de absentismo. Y solo plantean las cuestiones que les interesan (TAV, Canal, y vuelos a Madrid) excluyendo la calidad del empleo. Por lo tanto, se observa una actitud reaccionaria en las decisiones de los empresarios navarros que no permite que Navarra avance, que impide proteger el bienestar y garantizar el futuro.

Vistas las circunstancias y posiciones existentes, cinco décadas después aquella ambición sigue siendo necesaria, apremiante e imprescindible porque dichas conclusiones no permiten refugiarse en posiciones de autocomplacencia. «No somos y no podemos ser neutrales en el pulso político-institucional» que diría Rafa Díez.

Con profundos cambios en las políticas públicas y la adopción de decisiones propias, se debe garantizar la posibilidad de abordar en Navarra un debate real, amplio y estratégico sobre los grandes retos inmediatos y futuros, con el fin de mejorar con éxito las condiciones de vida y trabajo de los trabajadores navarros.

Ambición y autocomplacencia son dos conceptos muy distintos. Mientras que la ambición es la disposición a enfrentar nuevos retos y avanzar, la autocomplacencia es la mera satisfacción por los actos propios sin mirar más allá. En el caso de los empresarios además, se une a la codicia existente en su ansia incontenible por tener más de los necesario.

Ha llegado la primavera. Con el orgullo y la confianza imprescindibles lo necesario y lo posible pasa por aprovechar las oportunidades y utilizar todos los ámbitos y vías posibles en favor de la soberanía de Euskal Herria, en mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores y trabajadoras. Paso por la ambición de contribuir a la construcción y desarrollo de una alternativa de transformación, un mundo en el que nuestras vidas estén en el centro.