Martin Zelaia Garcia
“Para conseguir un camino lo único necesario es transitar por él, y es lo que estamos haciendo ahora, empezar a transitar”
El desarrollo del territorio está directamente vinculado al modo de vida de sus habitantes, pero las ciudadanas, en general, ¿participan en su diseño? ¿De qué medios disponemos para estar informadas y participar?
La participación de la ciudadanía en los proyectos públicos no está implementada de una manera adecuada. Para que dicha participación fuera adecuada, deberíamos estar informad@s de las intenciones de las administraciones desde el inicio de los proyectos, cuando se detectan las necesidades y se empieza a pensar en las posibles soluciones. De ese modo, la opinión de la ciudadanía podría ser tenida en cuenta…
Sin embargo, en la mayoría de los casos los proyectos son comunicados a l@s ciudadan@s cuando ya están definidas sus posibles soluciones. Además, las diferentes alternativas de solución son siempre del mismo tipo, en ningún caso se plantean soluciones alternativas. Por ejemplo, ante la necesidad de aumentar el transporte por ferrocarril para conseguir utilizar un medio de transporte más sostenible, como es el tren, las únicas alternativas que nos plantean son siempre de Tren de Alta Velocidad, que no puede decirse que sea sostenible. Nunca se analiza la posibilidad de otras soluciones como es, por ejemplo, la mejora del tren actual. Y si la población lo propone, se ignoran sus opiniones, se le tacha de ir contra el progreso…
De este modo, la personas encontramos muchos problemas para poder participar en la definición de los proyectos que van a conformar nuestro espacio vital. Así, surgen en nuestros territorios plataformas “contra” los grandes proyectos que nos imponen. Nuestra intención sería poder crear grupos de presión favorables a determinados tipos de proyectos, pero la realidad nos lo impide. Porque para cuando somos informad@s las soluciones ya están determinadas, y sólo nos queda la opción de mostrar nuestra oposición…
La fundación Sustrai Erakuntza surgió con la intención de ayudar a las personas a poder dar su opinión sobre el tipo de desarrollo que quieren para su entorno. Y ello nos lleva a proponer alternativas en muchos campos. Sin embargo, se nos conoce mucho más por nuestra oposición a grandes infraestructuras, debido a todo lo que he dicho.
Sustrai Erakuntza investigáis las posibles consecuencias nocivas de las actuaciones tanto de las instituciones públicas como de las privadas, recabáis información y la facilitáis abriendo espacios de debate para encontrar posibles alternativas o enjuiciarlas. ¿Teniendo la soberanía como eje, qué tendencias identificáis?
“Para cuando somos informad@s las soluciones ya están determinadas, y sólo nos queda la opción de mostrar nuestra oposición”
La toma de decisiones sobre los proyectos que nos afectan se realiza en lugares cada vez más alejados de las personas que van a tener que vivir con ellos. Pocos proyectos se deciden de una manera comunitaria en el entorno donde se van a implantar. La mayoría son decididos por los gobiernos autonómicos, central o incluso europeo. Y cuanto más se aleja la decisión del terreno, más impactantes son los proyectos. De este modo, tenemos proyectos como el Tren de Alta Velocidad o las líneas eléctricas de alta tensión impulsados por los tres gobiernos citados, o aquellos que tienen que ver con el agua, como el Canal de Navarra, impulsado por gobiernos autonómico y central, o el recrecimiento de Yesa impulsado por el gobierno central…
Pero lo que subyace debajo de toda esta parafernalia de “la decisión” es la lógica del capitalismo, que nos lleva a que la toma de decisiones haya pasado a estar en las manos de las grandes empresas. Porque son ellas las que están maniobrando para que las ideas que se vayan a implementar sean las que les convienen. No hay más que ver la propuesta de las grandes líneas eléctricas transfronterizas, como el cable submarino del Golfo de Vizcaya, o las 2 nuevas líneas que se pretenden por Navarra y Aragón, impulsadas por la Unión Europea para favorecer el lucro de las grandes empresas eléctricas.
Podemos decir que en el diseño del desarrollo territorial hay personas y zonas beneficiarias y perjudicadas. ¿Cuales son y qué relaciones de poder hay entre ellas?
“Las infraestructuras se planifican con la mente puesta en las ciudades y las personas que en ellas viven”
En general, los perjudicados siempre son l@s habitantes de las zonas rurales, que son las que sufren las consecuencias de las infraestructuras diseñadas sin tenerles en cuenta. Y por el contrario, los beneficiari@s están establecidos casi siempre en las zonas urbanas, porque en general las infraestructuras se planifican con la mente puesta en las ciudades y las personas que en ellas viven… Y, sobre todo, porque las personas que realmente se benefician de la construcción o implementación de estas políticas son polític@s y constructor@s.
De este modo, nos encontramos ante una doble forma de discriminación: por una parte eres discriminado en la toma de decisiones por tu condición de simple ciudadan@, y por otra aún lo eres más si encima vives en una zona rural. Así, vemos como toda la planificación se realiza para favorecer a las zonas urbanas: en el caso de Navarra, para Iruñea, y en menor proporción para Tudela y otras capitales de comarcas.
Con la reivindicación contra el TAV como base, habéis conseguido dar la vuelta al discurso habitual y generar en Navarra una conciencia y movimiento social fuerte. ¿Cual era el conflicto y cuales han sido las claves para la activación?
Sustrai Erakuntza ha realizado una propuesta que hemos denominado Propuesta de Tren Público y Social, basado en gran parte en el trabajo de otras organizaciones. En varias zonas de Navarra han surgido plataformas que apoyan esta propuesta, algunas de las cuales fueron impulsoras originales del tren social en Navarra, como la Plataforma de la Ribera por el Tren Social No al TAV, o la plataforma Zona Media por el Tren. Otras son más recientes y han surgido al calor de la propuesta, como Cuenca de Pamplona por el Tren Público y Social o Sakana Trenaren Alde…
“Arrastramos desde siempre el “sambenito” de que solamente sabemos oponernos, que no damos alternativas”
Con el tema del conflicto entre el tren y el TAV, en Navarra ha habido una toma de conciencia muy importante entre la población. Y creemos que ello se ha debido en gran parte al cambio que se ha realizado en el enfoque de la reivindicación: se ha pasado de rechazar la infraestructura, a plantear una alternativa, en positivo.
Como he comentado al principio, arrastramos desde siempre el “sambenito” de que solamente sabemos oponernos, que no damos alternativas. Ello se debe a la manera en que las instituciones plantean la participación pública… y el TAV no es una excepción. En ningún proceso de participación pública sobre los diferentes proyectos del TAV existentes se ha presentado una alternativa que no consistiera en construir un TAV. Esta reflexión nos ha llevado a ver la necesidad de defender una propuesta alternativa, que sirva para confrontar, para de analizar otros modelos de desarrollo.
Creemos que estamos en el momento adecuado de reivindicar que se pare este proyecto destructor, y se analice la posibilidad de un tren que sirva para dar un servicio de transporte sostenible tanto a las ciudades y sus viajes de largo recorrido, como a las zonas rurales y sus viajes de corto recorrido, o a las mercancías y sus necesidades especiales.
Para que el diseño territorial sea justo entre zonas y esté al servicio de la población, ¿en qué medida es la soberanía necesaria? ¿Cómo podría organizarse?
Vemos necesario que pueblos y valles se organicen para defender su modos de vida, sus necesidades y un modelo de desarrollo adecuado y sostenible, frente a los diferentes gobiernos, y también frente a los poderes económicos que los están manteniendo. Y en el fondo, que todos y todas tomemos consciencia de la necesidad de organizar una resistencia que haga frente a la destrucción que implica el modelo social capitalista en el que vivimos.
Así, es importante que difundamos y sostengamos las alternativas de vida y funcionamiento que hacen frente al modelo social imperante. Es por ello que nos ha parecido importante impulsar Alternatiben Herria en Iruñea este año, un escaparate donde podamos ver las posibilidades que existen de construir un modelo social que pueda permanecer en nuestro planeta sin riesgo a que acabe con él. Algo que, si no empezamos a cambiar YA, va a acabar sucediendo, no hay mas que ver el problema del Cambio Climático…
“En ningún proceso de participación pública sobre los diferentes proyectos del TAV existentes se ha presentado una alternativa que no consistiera en construir un TAV”
De este modo, creemos que las entidades locales deberían de tener un papel importantísimo en esa necesaria organización y desarrollo de un proceso que nos lleve a una verdadera soberanía popular. Pero no solo. Ahí encuadraría yo la dinámica que estamos llevando en las diversas plataformas y grupos sociales que defienden su territorio de los ataques del capital, en Valdega, Monte Alduide, Baztan, Yesa, Bardenas, Sakana, la Zona Media, y tantas otras comarcas y luchas que se me olvidan…
En ese sentido, ¿qué experiencias pondrías de ejemplo?
Es muy complicado responder a esta pregunta, porque hay muchas experiencias interesantes que se pueden citar, y muchas más que aparecerán en el futuro, estoy seguro. Porque nos puede parecer que todas las iniciativas que se llevan a cabo son pequeñas y no tienen valor, y sin embargo es necesario recordar que para conseguir un camino lo único necesario es transitar por él, y es lo que estamos haciendo ahora, empezar a transitar…
Me parecen interesantes todas aquellas iniciativas que tienden a buscar un modo de vida alternativo, separado del consumismo y productivismo al uso. Ahí podríamos englobar tanto experiencias de personas y pequeños grupos de personas que “se buscan la vida” en los margenes del sistema, y hacen de ello un modelo para otros, digamos experiencias neorurales como Lakabe, Arterra, Amarauna de Ziordia, y otras en toda Navarra… Pero también aquellas más integradas, pero que nos sirven para iniciar los pasos en esa necesaria desconexión del capitalismo: cooperativas de consumo de energía renovables como Goiener y Som Energia, de finanza ética como Fiare, de telefonía como Izarkon, y tantas otras que desconozco o ahora no recuerdo…
Y es posible también que haya habido otros proyectos que hayan fracasado y ya no existan. Pero no por ello son menos importantes. Porque como ya he comentado, se trata de un camino que hay que explorar, y ello nos ha de llevar a probar con vías que quizás no sean las adecuadas y fracasan, o que se han intentado llevar a cabo cuando aun no era su tiempo…
Porque lo importante es probar nuevas vías de estructurar la vida, formas de sociedad que nos permitan salir del atolladero al que nos ha llevado el capitalismo, que va a acabar con los recursos y la capacidad de la Tierra para mantenernos. Y no sabemos cual va a ser la vía adecuada para ello, por lo que hay que probarlas todas. Todas las que, al menos, sirvan para que la humanidad pueda mantenerse de una manera sostenible en este planeta finito en el que vivimos.